Cuando el póker se vuelve un estilo de vida

Hace unos años atrás saber jugar al póker y practicarlo habitualmente, era similar a jugar cualquier otro juego de azar o de estrategia. Pero con la popularidad de este juego, el jugador de póker ya no es sólo aquella persona que sabe jugarlo, sino que el póker se ha convertido para muchos en un estilo de vida.

Trabajar de jugador de póker

Para aquellos a los que el póker les ha llegado como un estilo de vida, este popular juego se ha convertido en su trabajo. Pasó, de un momento a otro, de ser un simple pasatiempo de los momentos de ocio, a ser ni más ni menos que su trabajo, la manera por la cual gana su dinero.

El póker, como trabajo, no es nada fácil. El jugador profesional de póker debe mantener la cabeza siempre centrada, los sentimientos resguardados y un estado de equilibrio óptimo.

Generalmente los mejores juegos de póker se desarrollan durante la noche. Esto implica que aquel jugador profesional de póker, que dedica su vida a esto, debe llevar una vida diferente a la mayoría de las personas, ya que deben descansar durante el día. Recordemos que las horas de sueño son indispensables para la claridad mental y el buen estado físico de toda persona, sea cual fuere la actividad que realice.

La nutrición y la bebida

La nutrición es muy importante en un jugador de póker, ya que, como para todos, es esencial para mantener la cabeza “despierta”. Muchas veces, por la adrenalina del juego o la ansiedad, los jugadores pasan varias horas sin comer, lo cual perjudica a su rendimiento.

Por último, los jugadores de póker profesionales, a diferencia de lo que se cree, no deberían beber durante su juego. Esta situación es similar a pensar en que un abogado, o un médico bebiera durante su horario laboral. En ningún empleo esto es posible. Además, en el caso del póker la lucidez mental es un factor fundamental, por lo que no es recomendable ingerir sustancias que puedan alterar al sistema nervioso.